jueves, 2 de julio de 2009

PRIMERA LECTURA: Ez 2, 2-5

* Dios, ante la rebeldía de su Pueblo, responde con signos de amor: no cesa de llamarlo a la conversión, de enviarle profetas que anuncien su Palabra y den testimonio con su vida.
Qué bueno es tener un Dios que sea Padre: Nos cuida y corrige como a sus propios hijos y no deja de amarnos tal y como somos; Y no cesa de invitarnos a su encuentro, porque nos ama.

Lectura de la profecía de Ezequiel.

Un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie, y yo escuché al que me hablaba. Él me dijo: "Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres se han sublevado contra mí hasta el día de hoy. Son hombres obstinados y de corazón endurecido aquellos a los que yo te envío, para que les digas: 'Así habla el Señor'. Y sea que escuchen o se nieguen a hacerlo ?porque son un pueblo rebelde? sabrán que hay un profeta en medio de ellos".
Palabra de Dios.

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