viernes, 28 de noviembre de 2008

Velen, estén prevenidos

La Convocatoria del Señor

En este domingo la iglesia comienza un nuevo año litúrgico. Lo hace comenzando el tiempo de adviento. Un tiempo de espera activa, de esperanza y de conversión.
El color litúrgico será el morado.

Pensamiento de Agustín

“Si en verdad amamos a Jesús, es obvio que debemos desear su venida. Por lo tanto, es un contrasentido, temer que venga aquél a quien se ama, pedir: Venga tu Reino y tener miedo de ser escuchado”.
San Agustín

Oración con la Corona de Adviento

Primera Semana

G: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
R: "Que hizo el cielo y la tierra"

G: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa."

Lectura del profeta Isaías (9:1-2):
El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega,como se regocijan repartiendo botín.
Palabra de Dios

G: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento.
Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo: El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, La sabiduría que nos enseña y guía, El Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona. Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. Que venga pronto y sin tardanza. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
R: Amen.

(Se enciende la primera vela)

Oración final: Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén.

Primera Lectura: Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7

* Isaías exclama: "¡Si rasgaras el cielo y descendieras!", pidiendo que el Señor se haga presente en medio de su pueblo con su Justicia.

Lectura del libro de Isaías.
¡Tu Señor, eres nuestro padre, nuestro Redentor es tu nombre desde siempre!¿Por qué, Señor nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte?¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu herencia!¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las montañas se disolverían delante de ti! Cuando hiciste portentos inesperados, que nadie había escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en alta vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos. Tu estas irritado; y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. Nos hemos convertido en una cosa impura, toda nuestra justicia es como un trapo sucio. Nos hemos marchitado como el follaje y nuestras culpas nos arrastran como el viento. No hay nadie que invoque tu nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti, porque tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas. Pero tu, Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tu, nuestro alfarero:¡todos somos la obra de tus manos!
Palabra de Dios.

Salmo: Sal 79, 2. 3. 15-16. 18-19

R. Restáuranos, Señor del universo.

Escucha, Pastor de Israel, tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.

Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira; ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. R.

Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que tú fortaleciste, y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. R.

Segunda Lectura: 1Cor 1, 3-9

* San Pablo nos recuerda es el Señor mismo, quien nos mantiene firmes hasta su vuelta.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que él les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, en la medida en que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. Por eso, mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún don de la gracia. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Palabra de Dios.

Evangelio: Mc 13, 33-37

* Jesús, es el Señor de la historia: es el mismo que vino, que viene en cada Eucaristía y que vendrá al final de los tiempos. Estemos alertas para poder recibirlo con gozo y alegría.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!".

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

A cada intención respondemos: Venga tu Reino, Señor.

* Por la Iglesia, para que haciendo presente al Dios de la Vida, alimente nuestra esperanza en tu venida. Te decimos

* Por nuestra patria, para que entre todos tengamos un compromiso social que dé frutos de igualdad y solidaridad. Te decimos.

* Por nuestra comunidad, para que con frutos de generosidad, unidad y respeto, vivamos nuestro adviento con espíritu de conversión. Te decimos.

* Por nosotros los jóvenes, para que desde nuestro estudio, trabajo, vida familiar y amigos, sepamos dar testimonio de nuestra esperanza en vos, Jesús. Te decimos.

Lecturas de la Primer Semana de Adviento

Semana 1ª del Salterio
Mes: DICIEMBRE

1. De la feria. Is 2, 1-5; Sal 121, 1-2. 4-9; Mt 8, 5-11.
2. De la feria. Is 11, 1-10; Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17; Lc 10, 21-24.
3. San Francisco Javier, presbítero. (MO). Is 25, 6-10; Sal 22, 1-6; Mt 15, 29-37.
4. Misa a elección. Feria. San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia. (ML). Is 26, 1-6; Sal 117, 1. 8-9. 19-21. 25-27; Mt 7, 21. 24-27.
5. De la feria. Is 29, 17-24; Sal 26, 1. 4. 13-14; Mt 9, 27-31.
6. Misa a elección. Feria. San Nicolás, ob. (ML). Is 30, 19-21. 23-26; Sal 146, 1-6; Mt 9, 35 – 10, 1. 5-8.

viernes, 21 de noviembre de 2008

¡Jesús es el Señor!

La Convocatoria del Señor

En este domingo la Iglesia concluye el Año Litúrgico con la Solemnidad de Cristo Rey del Universo: Pastor Misericordioso y Juez de la Caridad.
¡El Reino de Dios esta en medio nuestro! Jesús es el Señor que, en su grandeza, comparte nuestra vida haciéndose solidaridad, servicio, donación, verdad y justicia.
No tengamos miedo de anunciar a todos la Buena noticia en la que creemos.

Para resaltar el carácter festivo de esta solemnidad, el color litúrgico es el blanco.

Primera Lectura: Ez 34, 11-12. 15-17

* Dios se presenta como el Buen Pastor que cuida, guía y sostiene a su rebaño.

Lectura de la profecía de Ezequiel.
Así habla el Señor: "¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas. Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar ?oráculo del Señor?. Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y sanaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia". En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: "Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos".
Palabra de Dios.

Salmo: Sal 22, 1-3. 5-6

R: El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas. Me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. R.

Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.

Segunda Lectura: 1Cor 15, 20-26. 28

* San Pablo nos dice que, al final de los tiempos Cristo, muerto y resucitado, entregará el Reino al Padre, para que Dios sea todo en todos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos; luego, aquéllos que estén unidos a él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte. Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a Aquél que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos.
Palabra de Dios.

Evangelio: Mt 25, 31-46

* Jesús anuncia que, a su vuelta, seremos examinados en el amor.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fluimos a verte?'. Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. Éstos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'. Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
Palabra del Señor.

Oración de los fieles

A cada intención respondemos: Señor, enseñanos a amar

* Por el Santo Padre, para que a ejemplo tuyo, cuide y guie a su rebaño. Te pedimos.

* Por nosotros, Iglesia, para que vivamos en la Verdad y participemos activamente en la construcción de nuestra realidad política y social. Te pedimos.

* Por nuestra comunidad, para que, abriéndonos al amor de Dios, aprendamos a mirar la realidad ocmo lo hace Jesús. Te pedimos.

* Por nosotros los jóvenes, para que respondamos con amor y generosidad ante las necesidades de nuestros hermanos. Te pedimos.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Lema: ¿Sabemos entregar nuestros talentos?

La convocatoria del Señor

En este domingo, Jesús nos invita a descubrir los dones recibidos del Padre y a invertirlos en la construcción de una sociedad que ayude al hombre a sentirse plenamente hijo de Dios.
Su propuesta es simple: tenemos que animarnos a invertir todo lo que tenemos, sin importarnos si es mucho o poco, para producir frutos en bien de los demás.

Primera Lectura: Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31

* El libro de los proverbios nos dice que en cada acto cotidiano, si está hecho con amor, podemos descubrir a Dios.

Lectura del libro de los Proverbios.

Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.
Palabra de Dios.

Salmo: Sal 127, 1-5

R. ¡Feliz quien ama al Señor!

¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.

Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.

¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.

Segunda Lectura: 1Tes 5, 1-6

* San Pablo nos dice que, como hijos del día, tenemos que iluminar a todos los hombres con nuestra esperanza.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.
Palabra de Dios.

Evangelio: Mt 25, 14-30

* A través de la parábola de los talentos, Jesús nos invita ser felices, animándonos a entregar "lo poco", para poder disfrutar después "de lo mucho".

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes".
Palabra del Señor.

Oración de los fieles

A cada intención respondemos: Señor, ayudanos a compartir lo que recibimos de Vos

* Por el Santo Padre, para que con su ejemplo, nos enseñe a descubrir todos los talentos que recibimos por tu Amor. Te pedimos.

* Por nuestra Patria para que, compartiendo nuestros dones trabajemos por el bien común . Te pedimos.

* Para que ofreciendo nuestros talentos, recibamos el don de servirte con alegría. Te pedimos.

* Por nosotros los jóvenes, para que animándonos a poner en juego nuestras oportunidades, nuestra vida y nuestro estudio, nos entreguemos a tu proyecto de vida. Te pedimos.

sábado, 1 de noviembre de 2008

La convocatoria del Señor:

Queridos amigos.
Después de haber honrado ayer a “todos los santos”, hoy conmemoramos a “todos los fieles” que ya partieron a la Casa del Padre.
No rezamos por los muertos: rezamos por los que viven junto a Dios.
Celebramos así, la “fiesta de la esperanza cristiana”, que se fundamenta en la palabra de Jesús: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.
Hoy la Liturgia nos invita a celebrar la vida, no la muerte porque celebramos el destino de eternidad al que nos invita el amor de Dios todos los días.

Primera Lectura: Apoc 21, 1-5. 6-7

* La primera lectura nos recuerda que Dios nos tiene preparado un lugar junto a Él.

Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: "Ésta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos; ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será con ellos su propio Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó". Y el que estaba sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la Vida. El vencedor heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo".
Palabra de Dios.

Salmo: Sal 26, 1. 4. 7-9. 13-14

R. El Señor es mi luz y mi salvación.
O bien: Contemplaré la bondad del Señor.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.

Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su templo. R.

¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz; apiádate de mí y respóndeme! Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. R.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.

Segunda Lectura: 1Cor 15, 20-23

* San Pablo nos recuerda que debemos vivir en Cristo para llegar, en la Eternidad, a vivir con Él.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
Palabra de Dios.

Evangelio: Lc 24, 1-8

* Hoy el Evangelio nos invita a cuestionarnos por qué, a veces, buscamos entre los muertos al que está vivo.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: 'Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día'". Y las mujeres recordaron sus palabras.
Palabra del Señor.

Oración de los fieles:

A cada intención respondemos: Señor, ilumínanos.

* Por la Iglesia, para que sea testigo fiel del Amor de Dios y nos muestre el camino hacia la vida eterna. Te pedimos.

* Por nuestra sociedad, para que día a día construyamos una Nación comprometida con el bien común. Te pedimos.

* Por los que con sencillez y generosidad, pasaron por este mundo haciendo el bien. Te pedimos.

* Por todos nuestros familiares, parientes y amigos que ya están con el Padre en su Reino a los que recordamos hoy. Te pedimos.

* Por nosotros, los jóvenes, para que nos comprometamos en seguir tu camino con generosidad. Te pedimos.