sábado, 25 de abril de 2009

Aleluya: El Señor está con nosotros

III Domingo de Pascua

La Convocatoria del Señor

¡Sigue la Fiesta!
El camino de la Pascua es un camino de alegría, en donde la presencia del Señor resucitado en cada paso de nuestra vida se hace más clara y renueva nuestra realidad.
En este tercer domingo de Pascua, Jesús viene a fortalecer nuestra confianza y a lanzarnos en la aventura de su amor: Ser testigos de su resurreción y de su entrega por nosotros.

Pensamiento de Agustín

“Los apóstoles no creían que hubiera podido resucitar su cuerpo del sepulcro; lo creían un espíritu, a pesar que veían su carne. Nosotros, en cambio, creemos lo que nos anuncian sin que nos lo muestren.”
San Agustín

PRIMERA LECTURA: Hech 3, 13-15. 17-19

* La penitencia es sólo un gesto exterior de la verdadera conversión: Aquella que nos hace hijos de Dios para proclamar su Amor por todos nosotros.

Lectura de los Hechos de los apóstoles.

En aquellos días, Pedro dijo al pueblo: "El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, el Dios de nuestros padres, glorificó a su servidor Jesús, a quien ustedes entregaron, renegando de él delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerlo en libertad. Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo como una gracia la liberación de un homicida, mataron al autor de la vida. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes obraron por ignorancia, lo mismo que sus jefes. Pero así, Dios cumplió lo que había anunciado por medio de todos los profetas: que su Mesías debía padecer. Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados".
Palabra de Dios.

SALMO: Sal 4, 2. 4. 7. 9

* El salmista expresa su confianza en el Señor. La luz de sus días se basa en saber a Dios presente en cada acto de su vida.

R. Muéstranos, Señor, la luz de tu rostro.

Respóndeme cuando te invoco, Dios, mi defensor, tú, que en la angustia me diste un desahogo: ten piedad de mí y escucha mi oración. R.

Sepan que el Señor hizo maravillas por su amigo: Él me escucha siempre que lo invoco. Hay muchos que preguntan: "¿Quién nos mostrará la felicidad, si la luz de tu rostro, Señor, se ha alejado de nosotros?". R.

Me acuesto en paz y en seguida me duermo, porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso. R.

SEGUNDA LECTURA: 1Jn 2, 1-5a

* Sin importar la multitud de nuestros pecados, Jesús intercede por nosotros. Que sepamos encontrar la paz y el gozo en cumplir con su Amor, haciendo de nuestra vida un reflejo de la suya.

Lectura de la primera carta de san Juan.
Hijos míos, les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. Él es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos. El que dice: "Yo lo conozco", y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud.
Palabra de Dios.

EVANGELIO: Lc 24, 35-48

*Jesús es nuestra paz y fortaleza. Él está en medio nuestro y nos anima a ser fieles a Su Palabra, para dar testimonio de la Verdad hasta el fin del mundo.
Dejemos que Él abra nuestro corazón y nuestra mente.


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los discípulos, que retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?". Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos". Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto".
Palabra del Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención pedimos: Queremos ser tus testigos, Señor.

* Para que la Iglesia anuncie, con el ejemplo y la fidelidad, a Jesús resucitado. Oremos.


* Para que los gobernantes encuentren caminos de desarrollo y paz para los pueblos. Oremos.

* Para que los que viven sin fe encuentren a Jesús en nuestro testimonio. Oremos.

* Para que nuestra comunidad sea portadora de la esperanza cristiana. Oremos.

* Para que nosotros, los jóvenes, tengamos el corazón atento a tu mensaje y seamos testigos de tu resurrección. Oremos.

Para seguir Orando...

Semana 3ª del Salterio

ABRIL

27. S. Toribio de Mogrovejo, ob. (F) 2Tim 1, 13-14; 2, 1-3; Sal 95, 1-3. 7-8. 10; Mt 9, 35-38.
28. Misa a elección. Feria. S. Pedro Chanel, pbro. y mr. (ML). S. Luis María Grignion de Montfort, pbro. (ML). Hch 7, 51 – 8, 1; Sal 30, 3-4. 6-8. 17. 21; Jn 6, 30-35.
29. S. Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia (MO). Hch 8, 1-8; Sal 65, 1-7; Jn 6, 35-40.
30. Misa a elección. Feria. S. Pío V, papa (ML). Hch 8, 26-40; Sal 65, 8-9. 16-17. 20; Jn 6, 44-51.

MAYO

1. Misa a elección. Feria. S. José obrero (ML). Hch 9, 1-20; Sal 116, 1-2; Jn 6, 51-59. O de S. José: Gn 1, 26 – 2, 3 o bien Col 3, 14-15. 17. 23-24; Sal 89, 2-4. 12-14. 16; Mt 13, 54-58.
2. S. Atanasio, ob. y dr. de la Iglesia (MO). Hch 9, 31-42; Sal 115, 12-17; Jn 6, 60-69.
3. Domingo 4º de Pascua. Hch 4, 8-12; Sal 117, 1. 8-9. 21-23. 26. 28-29; 1Jn 3, 1-2; Jn 10, 11-18.

jueves, 16 de abril de 2009

Aleluya: La Misericordia del Señor es eterna

II Domingo de Pascua: Fiesta de las Divina Misericordia

La Convocatoria del Señor

Amigos, celebramos la Resurrección de Jesús.
Con este clima de alegría, la Iglesia celebrará este Misterio del Amor de Dios con nosotros por cincuenta días: Es el Tiempo Pascual.
Durante todo este tiempo, el color litúrgico será el blanco.

En este 2º domingo de Pascua, Jesús se manifiesta a sus discípulos para reclamar y fortalecer su fe en él. Celebramos la Fiesta de la Divina Misericordia.

Pensamiento de Agustín

"Si el Señor, al resucitar, no hubiera conservado las llagas de su cuerpo no hubiera sanado las heridas de nuestro corazón."
San Agustín

PRIMERA LECTURA: Hech 4, 32-35

* En este pasaje del Libro de los Hechos, San Agustín encuentra el ideal de su vida: La comunidad. Un lugar donde el Amor del Dios con Nosotros se traduce en Solidaridad y Caridad fraterna.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.
Palabra de Dios.

SALMO: Sal 117, 2-4. 16-18. 22-24

* El día en que obra el Señor, es la causa de nuestra alegría. Y como tal, debemos comunicarla a todos.

R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! Que lo diga la familia de Aarón: ¡es eterno su amor! Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su amor! R.

"La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas". No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor. El Señor me castigó duramente, pero no me entregó a la muerte. R.


La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos. Éste es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él. R.

SEGUNDA LECTURA: 1Jn 5, 1-6

* Nuestra fe no es sólo consecuencia de un ritual o un simple gesto exterior, es ante todo, coherencia de vida y vida que se comunica.

Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad.
Palabra de Dios.

EVANGELIO: Jn 20, 19-31

* Jesús es nuestra Paz y nuestra Fortaleza para superar los miedos de anunciar la Buena Noticia.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". Él les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". Tomás respondió: "¡Señor mío y Dios mío!". Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su nombre.
Palabra del Señor.

Oración de los Fieles

A cada intención, pedimos: Jesús Resucitado, auménta nuestra la fe.

* Para que la Iglesia irradie la alegría pascual con su testimonio y fidelidad.
Oremos.

* Para que nuestro País logre promover una nueva convivencia, basada en el respeto a las instituciones y un verdadero desarrollo humano.
Oremos.

* Para que nuestra Comunidad sea un reflejo del Amor de Dios en el servicio y la entrega como la primera comunidad en Jerusalén.
Oremos.

* Para que todos los que buscan y aún no han llegado a la fe tengan la dicha de creer sin ver.
Oremos.

* Para que nosotros, los jóvenes, sepamos ver la Misericordia de Dios en nuestra vida y le correspondamos con fidelidad. Oremos.

miércoles, 8 de abril de 2009

“Aleluya: El Señor Resucitó”

Encuentro Vocacional Agustiniano

Lugar: Rosario (Santa Fe)

Fecha: 17 al 19 de Abril

Para más información comunicate con nosotros a: quieroseragustino@gmail.com

LA CONVOCATORIA DEL SEÑOR

Domingo de Alegría, Domingo de Resurrección. Este Domingo celebramos la Victoria de la Vida sobre la muerte. Alegrémonos porque el Señor Jesús ha resucitado y con su Resurrección nos trae Vida Nueva, Vida Eterna, Vida Divina. Que nuestra vida esté siempre iluminada por la luz del Señor y no dejemos que la oscuridad nos atrape en sus redes.
¡Viva Nuestro Dios y Señor!

Pensamiento de San Agustín

“Ya había llegado la hora en la que el llanto se transformaría en alegría, como de algún modo lo habían anunciado los ángeles.”

PRIMERA LECTURA: Hech 10, 34. 37-43

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

Pedro, tomando la palabra, dijo: "Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. Él pasó haciendo el bien y sanando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. Y ellos lo mataron, suspendiéndolo de un patíbulo. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios: a nosotros, que comimos y bebimos con él, después de su resurrección. Y nos envió a predicar al pueblo, y a atestiguar que él fue constituido por Dios Juez de vivos y muertos. Todos los profetas dan testimonio de él, declarando que los que creen en él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre".

Palabra de Dios.

SALMO: Sal 117, 1-2. 16-17. 22-23

R. Aleluya, aleluya, aleluya

¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! R.


La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor. R.


La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos.
R.