Amigos, seguimos caminando con Jesús durante el tiempo ordinario.
Y hoy vemos como envía a sus apóstoles y les da claras pautas de qué hacer.
Al igual que en otra época, Dios no abandona a su Pueblo y suscita profetas de entre la gente para que proclamen y obren en favor de los necesitados.
A todos nos llama por nuestro nombre.
Aprovechemos este domingo para meditar y consolidar nuestra vocación.
Para preguntarnos, según nuestras posibilidades, qué más podemos hacer por nuestros familiares, por nuestros hermanos más alejados, por nuestros compañeros de estudio y trabajo.
Siempre podemos dar un paso más para ser verdaderos "Testigos del Amor de Dios en el mundo".
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