* Este pasaje del libro de Job nos reanima y conforta en momentos difíciles.
Para los judíos de la época, el mar era un signo de todo lo malo que hay en el mundo: Dios, desde el primer momento de La Creación ha puesto límites a estos peligros, a estos males. Y siempre vela por nosotros, recordándonos que Él es el Único Señor de toda la Tierra.
Lectura del libro de Job.
El Señor habló a Job desde la tempestad, diciendo: ¿Quién encerró con dos puertas al mar, cuando él salía a borbotones del vientre materno, cuando le puse una nube por vestido y por pañales, densos nubarrones? Yo tracé un límite alrededor de él, le puse cerrojos y puertas, y le dije: "Llegarás hasta aquí y no pasarás; aquí se quebrará la soberbia de tus olas".
Palabra de Dios.
Para los judíos de la época, el mar era un signo de todo lo malo que hay en el mundo: Dios, desde el primer momento de La Creación ha puesto límites a estos peligros, a estos males. Y siempre vela por nosotros, recordándonos que Él es el Único Señor de toda la Tierra.
Lectura del libro de Job.
El Señor habló a Job desde la tempestad, diciendo: ¿Quién encerró con dos puertas al mar, cuando él salía a borbotones del vientre materno, cuando le puse una nube por vestido y por pañales, densos nubarrones? Yo tracé un límite alrededor de él, le puse cerrojos y puertas, y le dije: "Llegarás hasta aquí y no pasarás; aquí se quebrará la soberbia de tus olas".
Palabra de Dios.
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