Esta es nuestra última publicación completa hasta el miércoles de ceniza del 2009.
Todas las semanas seguiremos subiendo:
* El Lema, que nos reúne como jóvenes en torno a la mesa del Señor cada domingo
* El Pensamiento de Agustín, que ilumina nuestra reflexión en comunidad
Muchas Gracias a todos los que hicieron posible empezar con este proyecto, nos alentaron constantemente y seguro nos acompañarán todo el 2009.
sábado, 27 de diciembre de 2008
La Convocatoria del Señor
En este domingo la Liturgia nos invita a ver el diálogo de Dios y el hombre: El hombre por la fe, se acerca a Dios que lo llama, por medio de su amor. Y Dios, conmovido por la fe del hombre es fiel a su Palabra.
El Señor, hecho hombre en todo igual a nosotros es sometido a la Ley de Moisés. María, siendo virgen antes, durante y después del parto, también se somete al rito de purificación.
¡Que dos grandes ejemplos de humildad para imitar!
El Señor, hecho hombre en todo igual a nosotros es sometido a la Ley de Moisés. María, siendo virgen antes, durante y después del parto, también se somete al rito de purificación.
¡Que dos grandes ejemplos de humildad para imitar!
Pensamiento de Agustín
“Esto es lo que quería decir Simeón: Ha venido el que yo esperaba; ¿qué hago ahora aquí?. Lo sostenía, cuando en realidad era sostenido por él.”
San Agustín
Primiera Lecrura: Gn 15, 1-6; 17, 5; 21, 1-3
* El libro del Génesis nos recuerda que no hay nada imposible para Dios.
Lectura del libro del Génesis.
En aquellos días, la palabra del Señor llegó a Abrám en una visión, en estos términos: "No temas, Abrám. Yo soy para ti un escudo. Tu recompensa será muy grande". "Señor, respondió Abrám, ¿para qué me darás algo, si yo sigo sin tener hijos, y el heredero de mi casa será Eliezer de Damasco?". Después añadió: "Tú no me has dado un descendiente, y un servidor de mi casa será mi heredero". Entonces el Señor le dirigió esta palabra: "No, ése no será tu heredero; tu heredero será alguien que nacerá de ti". Luego lo llevó afuera y continuó diciéndole: "Mira hacia el cielo y si puedes, cuenta las estrellas". Y añadió: "Así será tu descendencia". Abrám creyó en el Señor, y el Señor se lo tuvo en cuenta para su justificación. Y le dijo: "Ya no te llamarás más Abrám: en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que Yo te he constituido Padre de una multitud de naciones". El Señor visitó a Sara como lo había dicho, y obró con ella conforme a su promesa. En el momento anunciado por Dios, Sara concibió y dio un hijo a Abraham, que ya era anciano. Cuando nació el niño que le dio Sara, Abraham le puso el nombre de Isaac.
Palabra de Dios.
Lectura del libro del Génesis.
En aquellos días, la palabra del Señor llegó a Abrám en una visión, en estos términos: "No temas, Abrám. Yo soy para ti un escudo. Tu recompensa será muy grande". "Señor, respondió Abrám, ¿para qué me darás algo, si yo sigo sin tener hijos, y el heredero de mi casa será Eliezer de Damasco?". Después añadió: "Tú no me has dado un descendiente, y un servidor de mi casa será mi heredero". Entonces el Señor le dirigió esta palabra: "No, ése no será tu heredero; tu heredero será alguien que nacerá de ti". Luego lo llevó afuera y continuó diciéndole: "Mira hacia el cielo y si puedes, cuenta las estrellas". Y añadió: "Así será tu descendencia". Abrám creyó en el Señor, y el Señor se lo tuvo en cuenta para su justificación. Y le dijo: "Ya no te llamarás más Abrám: en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que Yo te he constituido Padre de una multitud de naciones". El Señor visitó a Sara como lo había dicho, y obró con ella conforme a su promesa. En el momento anunciado por Dios, Sara concibió y dio un hijo a Abraham, que ya era anciano. Cuando nació el niño que le dio Sara, Abraham le puso el nombre de Isaac.
Palabra de Dios.
Salmo: Sal 104, 1-6. 8-9
R. El Señor se acuerda eternamente de su Alianza.
¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los pueblos sus proezas; canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! R.
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro! R.
¡Recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los juicios de su boca! Descendientes de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido. R.
Él se acuerda eternamente de su Alianza, de la palabra que dio por mil generaciones, del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.
¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los pueblos sus proezas; canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! R.
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro! R.
¡Recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los juicios de su boca! Descendientes de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido. R.
Él se acuerda eternamente de su Alianza, de la palabra que dio por mil generaciones, del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.
Segunda Lectura: Heb 11, 8. 11-12. 17-19
* El autor de la carta a los hebreos nos recuerda que la fe del hombre en la Palabra de Dios es el primer paso a la Salvación.
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba. También por la fe, Sara, siendo estéril, recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar. Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, a aquél de quien se había anunciado: "De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre". Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba. También por la fe, Sara, siendo estéril, recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar. Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, a aquél de quien se había anunciado: "De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre". Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo.
Palabra de Dios.
Evangelio: Lc 2, 22-40
* La presencia del Señor en medio de su pueblo es causa de alegría para cuantos esperan en sus promesas.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor". También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: "Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel". Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos". Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor". También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: "Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel". Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos". Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A cada intención respondemos: Aumenta nuestra fe y nuestro mutuo amor.
* Por la Iglesia, la familia de los hijos de Dios: para que llame a la unión, y respeto de sus hijos alejados. Oremos.
* Por los gobernantes: para que se esfuercen en crear condiciones donde generar verdaderas familias. Oremos.
* Por las familias en crisis y las familias disgregadas: para que encuentren comprensión y ayuda en nuestra comunidad. Oremos.
* Por nosotros los jóvenes, para que sepamos construir un proyecto de vida que contemple la edificación familiar. Oremos.
* Por la Iglesia, la familia de los hijos de Dios: para que llame a la unión, y respeto de sus hijos alejados. Oremos.
* Por los gobernantes: para que se esfuercen en crear condiciones donde generar verdaderas familias. Oremos.
* Por las familias en crisis y las familias disgregadas: para que encuentren comprensión y ayuda en nuestra comunidad. Oremos.
* Por nosotros los jóvenes, para que sepamos construir un proyecto de vida que contemple la edificación familiar. Oremos.
Lecturas del Tiempo de Navidad
Semana 1ª del Salterio
DICIEMBRE
29 Día quinto de Navidad. 1 Jn 2, 3-11; Sal 95, 1-3. 5-6; Lc 2, 22-35. Santo Tomás Becket, obispo y mártir.
30 Día sexto de Navidad. 1 Jn 2, 12-17; Sal 95, 7-10; Lc 2, 22. 36-40.
31 Día séptimo de Navidad. 1 Jn 2, 18-21; Sal 95, 1-2. 11-13; Jn 1, 1-18. San Silvestre I, papa.
ENERO 2009
1. Santa María, Madre de Dios (S). Octava de Navidad. Núm 6, 22-27; Sal 66, 2-3. 5-6. 8; Gál 4, 4-7; Lc 2, 16-21.
2. Santos Basilio Magno y Gregorio de Nacianzo, obispos y padres de la Iglesia (MO) 1Jn 2, 22-28; Sal 97, 1-4; Jn 1, 19-28.
3. Misa a elección. Feria. Santísimo nombre de Jesús (ML) 1Jn 2, 29 – 3, 6; Sal 97, 1. 3-6; Jn 1, 29-34; (o de la memoria: Flp 2, 1-11; Sal 8, 4-9; Lc 2, 21-24).
4. Domingo 2º después de Navidad. Ecli 24, 1-2. 8-12; Sal 147, 12-15. 19-20; Ef 1, 3-6. 15-18; Jn 1, 1-18 o más breve: Jn 1, 1-5. 9-14.
DICIEMBRE
29 Día quinto de Navidad. 1 Jn 2, 3-11; Sal 95, 1-3. 5-6; Lc 2, 22-35. Santo Tomás Becket, obispo y mártir.
30 Día sexto de Navidad. 1 Jn 2, 12-17; Sal 95, 7-10; Lc 2, 22. 36-40.
31 Día séptimo de Navidad. 1 Jn 2, 18-21; Sal 95, 1-2. 11-13; Jn 1, 1-18. San Silvestre I, papa.
ENERO 2009
1. Santa María, Madre de Dios (S). Octava de Navidad. Núm 6, 22-27; Sal 66, 2-3. 5-6. 8; Gál 4, 4-7; Lc 2, 16-21.
2. Santos Basilio Magno y Gregorio de Nacianzo, obispos y padres de la Iglesia (MO) 1Jn 2, 22-28; Sal 97, 1-4; Jn 1, 19-28.
3. Misa a elección. Feria. Santísimo nombre de Jesús (ML) 1Jn 2, 29 – 3, 6; Sal 97, 1. 3-6; Jn 1, 29-34; (o de la memoria: Flp 2, 1-11; Sal 8, 4-9; Lc 2, 21-24).
4. Domingo 2º después de Navidad. Ecli 24, 1-2. 8-12; Sal 147, 12-15. 19-20; Ef 1, 3-6. 15-18; Jn 1, 1-18 o más breve: Jn 1, 1-5. 9-14.
sábado, 20 de diciembre de 2008
Feliz de Tí porque has creído
En el día de hoy, nuestra comunidad celebra doblemente la entrega generosa y la respuesta fiel al plan de Dios para nuestra edificación:
* Por un lado la Liturgia pone su mirada en María, verdadera Arca de la Alianza.
* Por otro, Fr. Juan Carlos Cuestas, OSA, será ordenado diákono en nuestra comunidad.
“Los diáconos deben ser dignos, sin doblez… que guarden el misterio de la fe con conciencia pura. Primero se les someterá a prueba y después, si fuesen irreprensibles serán diáconos. Porque los que ejercen bien el diaconado alcanzan un puesto honroso y grande entereza en la fe de Cristo Jesús”. (1 Tim 3, 8-10. 13)
* Por un lado la Liturgia pone su mirada en María, verdadera Arca de la Alianza.
* Por otro, Fr. Juan Carlos Cuestas, OSA, será ordenado diákono en nuestra comunidad.
“Los diáconos deben ser dignos, sin doblez… que guarden el misterio de la fe con conciencia pura. Primero se les someterá a prueba y después, si fuesen irreprensibles serán diáconos. Porque los que ejercen bien el diaconado alcanzan un puesto honroso y grande entereza en la fe de Cristo Jesús”. (1 Tim 3, 8-10. 13)
La Convocatoria del Señor
Todo ser humano necesita una madre para nacer. Esto fue verdad también para Dios, cuando quiso hacerse hombre y compartir con nosotros nuestra humanidad.
A las puertas de la Navidad, este cuarto y último domingo de Adviento fija la mirada en María, Virgen y Madre. “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”, es la respuesta de la Virgen.
María es el modelo perfecto de fe y generosidad. Con su cooperación, Dios cumplió su promesa y envió al Salvador.
A las puertas de la Navidad, este cuarto y último domingo de Adviento fija la mirada en María, Virgen y Madre. “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”, es la respuesta de la Virgen.
María es el modelo perfecto de fe y generosidad. Con su cooperación, Dios cumplió su promesa y envió al Salvador.
Pensamiento de Agustín
“Cuando María dijo: ¿Cómo puede ser esto si yo no tengo relación con ningún varón?, lo dijo no por desconfianza, sino para entender. Cuando ella preguntó, no dudó de la promesa”.
San Agustín
Oración con la Corona de Adviento
Cuarta Semana
G: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor
R: Que hizo el cielo y la tierra
Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos (Rm 13,13-14)
Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios
Se encienden las cuatro velas
Oración Final: Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén
G: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor
R: Que hizo el cielo y la tierra
Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos (Rm 13,13-14)
Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios
Se encienden las cuatro velas
Oración Final: Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén
Primera Lectura: 2Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16
* A través del profeta Natan, Dios le revela a David que uno de sus descendientes será el Rey Eterno que traerá la Paz y la Justicia a Israel.
Lectura del segundo libro de Samuel.
Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: "Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña". Natán respondió al rey: "Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo". Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: "Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite? Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra. Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa. Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre".
Palabra de Dios.
Lectura del segundo libro de Samuel.
Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: "Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña". Natán respondió al rey: "Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo". Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: "Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite? Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra. Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa. Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre".
Palabra de Dios.
Salmo: Sal 88, 2-5. 27. 29
R. Cantaré eternamente el amor del Señor.
Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque tú has dicho: "Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo". R.
Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: "Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones". R.
Él me dirá: "Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora". Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él. R.
Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque tú has dicho: "Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo". R.
Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: "Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones". R.
Él me dirá: "Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora". Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él. R.
Segunda Lectura: Rom 16, 25-27
* San Pasblo nos explica que el Evangelio es aquel gran secreto que se nos revela en Jesús.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: ¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado! Éste es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe. ¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: ¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado! Éste es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe. ¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.
Palabra de Dios.
Evangelio: Lc 1, 26-38
* El "Sí" de María es la puerta de la Salvación: Aleluya.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?". El ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra". Y el ángel se alejó.
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?". El ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra". Y el ángel se alejó.
Palabra del Señor.
Oración de los files
A cada intención respondemos: ¡Ven, Señor Jesús!
* Por la Iglesia, que unida a María, espera la venida de nuestro Salvador . Te pedimos
* Por los pueblos, que en medio de las tensiones y dificultades buscan la paz en el diálogo y la reconciliación. Te pedimos
* Por los que sufren, que encuentren consuelo en la ternura de María. Te pedimos
* Por todos nosotros, que imitando a María te digamos siempre sí. Te pedimos
* Por todos los jóvenes, guíanos para que encontremos el camino que los lleva a tus brazos. Te pedimos
* Por la Iglesia, que unida a María, espera la venida de nuestro Salvador . Te pedimos
* Por los pueblos, que en medio de las tensiones y dificultades buscan la paz en el diálogo y la reconciliación. Te pedimos
* Por los que sufren, que encuentren consuelo en la ternura de María. Te pedimos
* Por todos nosotros, que imitando a María te digamos siempre sí. Te pedimos
* Por todos los jóvenes, guíanos para que encontremos el camino que los lleva a tus brazos. Te pedimos
Lecturas de la Cuarta Semana de Adviento
Semana 4° del Salterio
Mes: DICIEMBRE
22. De la feria, día 22. 1Sam 1, 19-20. 24-28; (Sal) 1Sam 2, 1. 4-8; Lc 1, 46-55.
23. De la feria, día 23. Mal 3, 1-4. 23-24; Sal 24, 4-5. 8-10. 14; Lc 1, 57-66. San Juan de Kety, pbro.
24. De la feria, día 24. 2Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Sal 88, 2-5. 27. 29; Lc 1, 67-79.
25. Natividad del Señor. (S) Is 52, 7-10; Sal 97, 1-6; Heb 1, 1-6; Jn 1, 1-18 o más breve 1, 1-5. 9-14.
26. San Esteban, primer mártir (F) Hech 6, 8-10; 7, 54-60; 8, 2; Sal 30, 3-4. 6-8. 16-17; Mt 10, 17-22.
27. San Juan, apóstol y evangelista (F) 1Jn 1, 1-4; Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12; Jn 20, 1-8.
28. Sagrada Familia de Jesús, María y José (F) Gn 15, 1-6; 17, 5; 21, 1-3; Sal 104, 1-6. 8-9; Heb 11, 8. 11-12. 17-19; Lc 2, 22-40.
Mes: DICIEMBRE
22. De la feria, día 22. 1Sam 1, 19-20. 24-28; (Sal) 1Sam 2, 1. 4-8; Lc 1, 46-55.
23. De la feria, día 23. Mal 3, 1-4. 23-24; Sal 24, 4-5. 8-10. 14; Lc 1, 57-66. San Juan de Kety, pbro.
24. De la feria, día 24. 2Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Sal 88, 2-5. 27. 29; Lc 1, 67-79.
25. Natividad del Señor. (S) Is 52, 7-10; Sal 97, 1-6; Heb 1, 1-6; Jn 1, 1-18 o más breve 1, 1-5. 9-14.
26. San Esteban, primer mártir (F) Hech 6, 8-10; 7, 54-60; 8, 2; Sal 30, 3-4. 6-8. 16-17; Mt 10, 17-22.
27. San Juan, apóstol y evangelista (F) 1Jn 1, 1-4; Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12; Jn 20, 1-8.
28. Sagrada Familia de Jesús, María y José (F) Gn 15, 1-6; 17, 5; 21, 1-3; Sal 104, 1-6. 8-9; Heb 11, 8. 11-12. 17-19; Lc 2, 22-40.
sábado, 13 de diciembre de 2008
La convocatoria del Señor
Alégrense, el Señor está cerca. Ese es el mensaje de toda la Liturgia de este día, en que puede no usarse el color morado (típico de Adviento) y usar uno más claro.
Pero, ¿por qué debemos estar alegres? Porque toda nuestra esperanza está fundada en la Fidelidad de Dios. Y Él vendrá a proclamar un año de gracia, a sanar los corazones heridos, a darle sentido a nuestra vida, en medio de sus luchas, contradicciones y tristezas. Verdaderamente, debemos estar alégres: Dios viene.
Pero, ¿por qué debemos estar alegres? Porque toda nuestra esperanza está fundada en la Fidelidad de Dios. Y Él vendrá a proclamar un año de gracia, a sanar los corazones heridos, a darle sentido a nuestra vida, en medio de sus luchas, contradicciones y tristezas. Verdaderamente, debemos estar alégres: Dios viene.
Pensamiento de Agustín
“Ellos sabían muy bien la supremacía de Juan, y que su bautismo venía del cielo; pero no querían doblegarse ante aquel del cual Juan había dado testimonio”.
San Agustín
Oración con la Corona de Adviento
Tercera Semana
G: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor
R: Que hizo el cielo y la tierra
Lectura de la primera carta a los Tesalonicenses (3,12-13)
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre.
Palabra de Dios
Se encienden tres velas
Oración final: Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amen.
G: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor
R: Que hizo el cielo y la tierra
Lectura de la primera carta a los Tesalonicenses (3,12-13)
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre.
Palabra de Dios
Se encienden tres velas
Oración final: Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amen.
Primera Lectura:
* Isaías anuncia la venida del futuro Mesías y los frutos de su misión.
Lectura del libro de Isaías. Is 61, 1-2a. 10-11
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor. Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios. Porque él me vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas. Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado, así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Palabra de Dios
Lectura del libro de Isaías. Is 61, 1-2a. 10-11
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor. Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios. Porque él me vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas. Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado, así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Palabra de Dios
Salmo: Lc 1, 46-50. 53-54
R. Mi alma se regocija en mi Dios.
Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. R.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia. R.
Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. R.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia. R.
Segunda Lectura: 1Tes 5, 16-24
* San Pablo nos exhorta a estar alegres, dando gracias a Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los cristianos de Tesalónica
Hermanos: Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús. No extingan la acción del Espíritu; no desprecien las profecías; examínenlo todo y quédense con lo bueno. Cuídense del mal en todas sus formas. Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser espíritu, alma y cuerpo hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará.
Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los cristianos de Tesalónica
Hermanos: Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús. No extingan la acción del Espíritu; no desprecien las profecías; examínenlo todo y quédense con lo bueno. Cuídense del mal en todas sus formas. Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser espíritu, alma y cuerpo hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará.
Palabra de Dios.
Evangelio: Mc 1, 1-8
* Ante la pregunta "¡Qué dices de tí mismo?", Juan el Bautista no tiene miedo de dar testimonio de la Luz, que es el mismo Jesús.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino el testigo de la luz. Éste es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: "¿Quién eres tú?". Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: "Yo no soy el Mesías". "¿Quién eres, entonces?", le preguntaron: "¿Eres Elías?". Juan dijo: "No". "¿Eres el Profeta?". "Tampoco", respondió. Ellos insistieron: "¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?". Y él les dijo: "Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías". Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: "¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?". Juan respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia". Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino el testigo de la luz. Éste es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: "¿Quién eres tú?". Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: "Yo no soy el Mesías". "¿Quién eres, entonces?", le preguntaron: "¿Eres Elías?". Juan dijo: "No". "¿Eres el Profeta?". "Tampoco", respondió. Ellos insistieron: "¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?". Y él les dijo: "Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías". Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: "¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?". Juan respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia". Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A cada intención respondemos: Venga tu Reino, Señor.
* Para que la Iglesia, mensajera de Cristo, siga llevando la Buena Noticia de la salvación a todos los pueblos. Oremos.
* Para que todos los que trabajan por el progreso material y espiritual del hombre experimenten la alegría de su misión. Oremos.
* Para que todos los que sufren sientan en su corazón la esperanzada alegría de Jesús, que viene. Oremos.
* Para que nuestra parroquia asuma con alegría la misión de ser testigo de la luz, que es Cristo. Oremos.
* Por nosotros los jóvenes, para que sepamos ver y corresponder los signos de amor que el Padre pone en nuestro camino. Oremos.
* Para que la Iglesia, mensajera de Cristo, siga llevando la Buena Noticia de la salvación a todos los pueblos. Oremos.
* Para que todos los que trabajan por el progreso material y espiritual del hombre experimenten la alegría de su misión. Oremos.
* Para que todos los que sufren sientan en su corazón la esperanzada alegría de Jesús, que viene. Oremos.
* Para que nuestra parroquia asuma con alegría la misión de ser testigo de la luz, que es Cristo. Oremos.
* Por nosotros los jóvenes, para que sepamos ver y corresponder los signos de amor que el Padre pone en nuestro camino. Oremos.
Lecturas de la Tercera Semana de Adviento
Semana 3° del Salterio
Mes: DICIEMBRE
15. De la feria. Núm 24, 2-7. 17; Sal 24, 4-9; Mt 21, 23-27.
16. De la feria. Sof 3, 9-13; Sal 33, 2-3. 6-7. 17-19. 23; Mt 21, 28-32. Comienza la novena de Navidad.
17. De la feria, día 17. Gn 49, 1-2. 8-10; Sal 71, 1-4. 7-8. 17; Mt 1, 1-17.
18. De la feria, día 18. Jer 23, 5-8; Sal 71, 2. 12-13. 18-19; Mt 1, 18-24.
19. De la feria, día 19. Jue 13, 2-7. 24-25; Sal 70, 3-6. 16-17; Lc 1, 5-25.
20. De la feria, día 20. Is 7, 10-14; Sal 23, 1-6; Lc 1, 26-38.
21. Domingo 4º de Adviento. 2 Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Sal 88, 2-5. 27. 29; Rom 16, 25-27; Lc 1, 26-38. San Pedro Canisio, ob. y dr. de la Iglesia.
Mes: DICIEMBRE
15. De la feria. Núm 24, 2-7. 17; Sal 24, 4-9; Mt 21, 23-27.
16. De la feria. Sof 3, 9-13; Sal 33, 2-3. 6-7. 17-19. 23; Mt 21, 28-32. Comienza la novena de Navidad.
17. De la feria, día 17. Gn 49, 1-2. 8-10; Sal 71, 1-4. 7-8. 17; Mt 1, 1-17.
18. De la feria, día 18. Jer 23, 5-8; Sal 71, 2. 12-13. 18-19; Mt 1, 18-24.
19. De la feria, día 19. Jue 13, 2-7. 24-25; Sal 70, 3-6. 16-17; Lc 1, 5-25.
20. De la feria, día 20. Is 7, 10-14; Sal 23, 1-6; Lc 1, 26-38.
21. Domingo 4º de Adviento. 2 Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Sal 88, 2-5. 27. 29; Rom 16, 25-27; Lc 1, 26-38. San Pedro Canisio, ob. y dr. de la Iglesia.
sábado, 6 de diciembre de 2008
La convocatoria del Señor
La liturgia nos invita a seguir recorriendo el camino del adviento con la esperanza puesta en la Misericordia del Señor. Así, el Evangelio nos invita a preparar nuestro corazón, para estar predispuestos a la venida del Señor que ya llega.
Pensamiento de Agustín
"Yo resueno, para meterlo a él en los corazones; pero él no se dignará venir a donde yo quiero meterlo, si ustedes no preparan el camino. ¿Qué significa: Preparen el camino, sino: supliquen como corresponde, piensen con humildad”.
San Agustín
Oración con la Corona de Adviento
Segunda Semana
G: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
R: "Que hizo el cielo y la tierra"
Lectura de la primera carta a los Tesalonisenses (5,23-24)
Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida del Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
Palabra de Dios
(Se encienden dos velas)
Oración final: Señor Todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén
G: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
R: "Que hizo el cielo y la tierra"
Lectura de la primera carta a los Tesalonisenses (5,23-24)
Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida del Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
Palabra de Dios
(Se encienden dos velas)
Oración final: Señor Todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén
Primera Lectura: Is 40, 1-5. 9-11
* Isaías nos recuerda que el Señor se acerca a nosotros para reconfortarnos, cuando lo necesitemos.
Lectura del libro de Isaías. Is 40, 1-5. 9-11
¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios! Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está pagada, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados. Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras los terrenos escarpados, en planicies! Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor. Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: "¡Aquí está tu Dios!". Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.
Palabra de Dios
Lectura del libro de Isaías. Is 40, 1-5. 9-11
¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios! Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está pagada, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados. Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras los terrenos escarpados, en planicies! Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor. Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: "¡Aquí está tu Dios!". Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.
Palabra de Dios
Salmo: Sal 84, 9-14
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Voy a proclamar lo que dice el Señor. El Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
Voy a proclamar lo que dice el Señor. El Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
Segunda Lectura: 2Ped 3, 8-14
* San Pedro nos recuerda que todas las cosas pasan menos la Palabra de Dios.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pedro.
Queridos hermanos, no deben ignorar que, delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir lo que ha prometido, como algunos se imaginan, sino que tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. Sin embargo, el Día del Señor llegará como un ladrón, y ese día, los cielos desaparecerán estrepitosamente; los elementos serán desintegrados por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida. Ya que todas las cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego. Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche.
Palabra de Dios.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pedro.
Queridos hermanos, no deben ignorar que, delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir lo que ha prometido, como algunos se imaginan, sino que tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. Sin embargo, el Día del Señor llegará como un ladrón, y ese día, los cielos desaparecerán estrepitosamente; los elementos serán desintegrados por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida. Ya que todas las cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego. Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche.
Palabra de Dios.
Evangelio: Mc 1, 1-8
* Así como San Juan bautizaba con agua para preparar el corazón del hombre, Jesús enviará su Espíritu para convertirlo a Dios.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías: "Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos", así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: "Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías: "Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos", así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: "Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A cada intención respondemos: Venga tu Reino, Señor.
* Por la Iglesia, para que con su ejemplo, guie y prepare la venida del Salvador. Te decimos.
* Por nuestra patria, para que entre todos construyamos una sociedad libre, responsable y fraterna. Te decimos.
* Por nuestra comunidad, para que mediante una sincera conversión, preparemos nuestro corazón al Nacimiento de Jesús. Te decimos.
* Por nosotros los jóvenes, no tengamos miedo de anunciar, con nuestras obras, que el Señor está cerca. Te decimos.
* Por la Iglesia, para que con su ejemplo, guie y prepare la venida del Salvador. Te decimos.
* Por nuestra patria, para que entre todos construyamos una sociedad libre, responsable y fraterna. Te decimos.
* Por nuestra comunidad, para que mediante una sincera conversión, preparemos nuestro corazón al Nacimiento de Jesús. Te decimos.
* Por nosotros los jóvenes, no tengamos miedo de anunciar, con nuestras obras, que el Señor está cerca. Te decimos.
Lecturas de la Segunda Semana de Adviento
Semana 2° del Salterio
Mes: Diciembre
8. Inmaculada Concepción (S) Gn 3, 9-15. 20; Sal 97, 1-4; Ef 1, 3-6. 11-12; Lc 1, 26-38.
9. San Juan Diego (MO) Is 40, 1-11; Sal 95, 1-3. 10-13; Mt 18, 12-14.
10. De la feria. Is 40, 25-31; Sal 102, 1-4. 8. 10; Mt 11, 28-30.
11. Misa a elección. Feria. San Dámaso I, papa (ML) Is 41, 13-20; Sal 144, 1. 9-13; Mt 11, 11-15.
12. Ntra Sra de Guadalupe; Patrona de América Latina (F) Is 7, 10-14; 8, 10; Sal 66, 2-3. 5. 7-8; Lc 1, 39-48.
Mes: Diciembre
8. Inmaculada Concepción (S) Gn 3, 9-15. 20; Sal 97, 1-4; Ef 1, 3-6. 11-12; Lc 1, 26-38.
9. San Juan Diego (MO) Is 40, 1-11; Sal 95, 1-3. 10-13; Mt 18, 12-14.
10. De la feria. Is 40, 25-31; Sal 102, 1-4. 8. 10; Mt 11, 28-30.
11. Misa a elección. Feria. San Dámaso I, papa (ML) Is 41, 13-20; Sal 144, 1. 9-13; Mt 11, 11-15.
12. Ntra Sra de Guadalupe; Patrona de América Latina (F) Is 7, 10-14; 8, 10; Sal 66, 2-3. 5. 7-8; Lc 1, 39-48.
viernes, 28 de noviembre de 2008
La Convocatoria del Señor
En este domingo la iglesia comienza un nuevo año litúrgico. Lo hace comenzando el tiempo de adviento. Un tiempo de espera activa, de esperanza y de conversión.
El color litúrgico será el morado.
El color litúrgico será el morado.
Pensamiento de Agustín
“Si en verdad amamos a Jesús, es obvio que debemos desear su venida. Por lo tanto, es un contrasentido, temer que venga aquél a quien se ama, pedir: Venga tu Reino y tener miedo de ser escuchado”.
San Agustín
Oración con la Corona de Adviento
Primera Semana
G: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
R: "Que hizo el cielo y la tierra"
G: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa."
Lectura del profeta Isaías (9:1-2):
El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega,como se regocijan repartiendo botín.
Palabra de Dios
G: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento.
Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo: El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, La sabiduría que nos enseña y guía, El Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona. Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. Que venga pronto y sin tardanza. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
R: Amen.
(Se enciende la primera vela)
Oración final: Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén.
G: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
R: "Que hizo el cielo y la tierra"
G: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa."
Lectura del profeta Isaías (9:1-2):
El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega,como se regocijan repartiendo botín.
Palabra de Dios
G: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento.
Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo: El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, La sabiduría que nos enseña y guía, El Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona. Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. Que venga pronto y sin tardanza. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
R: Amen.
(Se enciende la primera vela)
Oración final: Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
R: Amén.
Primera Lectura: Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7
* Isaías exclama: "¡Si rasgaras el cielo y descendieras!", pidiendo que el Señor se haga presente en medio de su pueblo con su Justicia.
Lectura del libro de Isaías.
¡Tu Señor, eres nuestro padre, nuestro Redentor es tu nombre desde siempre!¿Por qué, Señor nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte?¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu herencia!¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las montañas se disolverían delante de ti! Cuando hiciste portentos inesperados, que nadie había escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en alta vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos. Tu estas irritado; y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. Nos hemos convertido en una cosa impura, toda nuestra justicia es como un trapo sucio. Nos hemos marchitado como el follaje y nuestras culpas nos arrastran como el viento. No hay nadie que invoque tu nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti, porque tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas. Pero tu, Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tu, nuestro alfarero:¡todos somos la obra de tus manos!
Palabra de Dios.
Lectura del libro de Isaías.
¡Tu Señor, eres nuestro padre, nuestro Redentor es tu nombre desde siempre!¿Por qué, Señor nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte?¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu herencia!¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las montañas se disolverían delante de ti! Cuando hiciste portentos inesperados, que nadie había escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en alta vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos. Tu estas irritado; y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. Nos hemos convertido en una cosa impura, toda nuestra justicia es como un trapo sucio. Nos hemos marchitado como el follaje y nuestras culpas nos arrastran como el viento. No hay nadie que invoque tu nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti, porque tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas. Pero tu, Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tu, nuestro alfarero:¡todos somos la obra de tus manos!
Palabra de Dios.
Salmo: Sal 79, 2. 3. 15-16. 18-19
R. Restáuranos, Señor del universo.
Escucha, Pastor de Israel, tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.
Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira; ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. R.
Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que tú fortaleciste, y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. R.
Escucha, Pastor de Israel, tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.
Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira; ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. R.
Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que tú fortaleciste, y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. R.
Segunda Lectura: 1Cor 1, 3-9
* San Pablo nos recuerda es el Señor mismo, quien nos mantiene firmes hasta su vuelta.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que él les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, en la medida en que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. Por eso, mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún don de la gracia. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que él les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, en la medida en que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. Por eso, mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún don de la gracia. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Palabra de Dios.
Evangelio: Mc 13, 33-37
* Jesús, es el Señor de la historia: es el mismo que vino, que viene en cada Eucaristía y que vendrá al final de los tiempos. Estemos alertas para poder recibirlo con gozo y alegría.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!".
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!".
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A cada intención respondemos: Venga tu Reino, Señor.
* Por la Iglesia, para que haciendo presente al Dios de la Vida, alimente nuestra esperanza en tu venida. Te decimos
* Por nuestra patria, para que entre todos tengamos un compromiso social que dé frutos de igualdad y solidaridad. Te decimos.
* Por nuestra comunidad, para que con frutos de generosidad, unidad y respeto, vivamos nuestro adviento con espíritu de conversión. Te decimos.
* Por nosotros los jóvenes, para que desde nuestro estudio, trabajo, vida familiar y amigos, sepamos dar testimonio de nuestra esperanza en vos, Jesús. Te decimos.
* Por la Iglesia, para que haciendo presente al Dios de la Vida, alimente nuestra esperanza en tu venida. Te decimos
* Por nuestra patria, para que entre todos tengamos un compromiso social que dé frutos de igualdad y solidaridad. Te decimos.
* Por nuestra comunidad, para que con frutos de generosidad, unidad y respeto, vivamos nuestro adviento con espíritu de conversión. Te decimos.
* Por nosotros los jóvenes, para que desde nuestro estudio, trabajo, vida familiar y amigos, sepamos dar testimonio de nuestra esperanza en vos, Jesús. Te decimos.
Lecturas de la Primer Semana de Adviento
Semana 1ª del Salterio
Mes: DICIEMBRE
1. De la feria. Is 2, 1-5; Sal 121, 1-2. 4-9; Mt 8, 5-11.
2. De la feria. Is 11, 1-10; Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17; Lc 10, 21-24.
3. San Francisco Javier, presbítero. (MO). Is 25, 6-10; Sal 22, 1-6; Mt 15, 29-37.
4. Misa a elección. Feria. San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia. (ML). Is 26, 1-6; Sal 117, 1. 8-9. 19-21. 25-27; Mt 7, 21. 24-27.
5. De la feria. Is 29, 17-24; Sal 26, 1. 4. 13-14; Mt 9, 27-31.
6. Misa a elección. Feria. San Nicolás, ob. (ML). Is 30, 19-21. 23-26; Sal 146, 1-6; Mt 9, 35 – 10, 1. 5-8.
Mes: DICIEMBRE
1. De la feria. Is 2, 1-5; Sal 121, 1-2. 4-9; Mt 8, 5-11.
2. De la feria. Is 11, 1-10; Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17; Lc 10, 21-24.
3. San Francisco Javier, presbítero. (MO). Is 25, 6-10; Sal 22, 1-6; Mt 15, 29-37.
4. Misa a elección. Feria. San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia. (ML). Is 26, 1-6; Sal 117, 1. 8-9. 19-21. 25-27; Mt 7, 21. 24-27.
5. De la feria. Is 29, 17-24; Sal 26, 1. 4. 13-14; Mt 9, 27-31.
6. Misa a elección. Feria. San Nicolás, ob. (ML). Is 30, 19-21. 23-26; Sal 146, 1-6; Mt 9, 35 – 10, 1. 5-8.
viernes, 21 de noviembre de 2008
La Convocatoria del Señor
En este domingo la Iglesia concluye el Año Litúrgico con la Solemnidad de Cristo Rey del Universo: Pastor Misericordioso y Juez de la Caridad.
¡El Reino de Dios esta en medio nuestro! Jesús es el Señor que, en su grandeza, comparte nuestra vida haciéndose solidaridad, servicio, donación, verdad y justicia.
No tengamos miedo de anunciar a todos la Buena noticia en la que creemos.
Para resaltar el carácter festivo de esta solemnidad, el color litúrgico es el blanco.
¡El Reino de Dios esta en medio nuestro! Jesús es el Señor que, en su grandeza, comparte nuestra vida haciéndose solidaridad, servicio, donación, verdad y justicia.
No tengamos miedo de anunciar a todos la Buena noticia en la que creemos.
Para resaltar el carácter festivo de esta solemnidad, el color litúrgico es el blanco.
Primera Lectura: Ez 34, 11-12. 15-17
* Dios se presenta como el Buen Pastor que cuida, guía y sostiene a su rebaño.
Lectura de la profecía de Ezequiel.
Así habla el Señor: "¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas. Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar ?oráculo del Señor?. Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y sanaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia". En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: "Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos".
Palabra de Dios.
Lectura de la profecía de Ezequiel.
Así habla el Señor: "¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas. Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar ?oráculo del Señor?. Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y sanaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia". En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: "Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos".
Palabra de Dios.
Salmo: Sal 22, 1-3. 5-6
R: El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas. Me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas. Me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
Segunda Lectura: 1Cor 15, 20-26. 28
* San Pablo nos dice que, al final de los tiempos Cristo, muerto y resucitado, entregará el Reino al Padre, para que Dios sea todo en todos.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos; luego, aquéllos que estén unidos a él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte. Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a Aquél que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos.
Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos; luego, aquéllos que estén unidos a él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte. Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a Aquél que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos.
Palabra de Dios.
Evangelio: Mt 25, 31-46
* Jesús anuncia que, a su vuelta, seremos examinados en el amor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fluimos a verte?'. Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. Éstos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'. Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fluimos a verte?'. Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. Éstos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'. Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A cada intención respondemos: Señor, enseñanos a amar
* Por el Santo Padre, para que a ejemplo tuyo, cuide y guie a su rebaño. Te pedimos.
* Por nosotros, Iglesia, para que vivamos en la Verdad y participemos activamente en la construcción de nuestra realidad política y social. Te pedimos.
* Por nuestra comunidad, para que, abriéndonos al amor de Dios, aprendamos a mirar la realidad ocmo lo hace Jesús. Te pedimos.
* Por nosotros los jóvenes, para que respondamos con amor y generosidad ante las necesidades de nuestros hermanos. Te pedimos.
* Por el Santo Padre, para que a ejemplo tuyo, cuide y guie a su rebaño. Te pedimos.
* Por nosotros, Iglesia, para que vivamos en la Verdad y participemos activamente en la construcción de nuestra realidad política y social. Te pedimos.
* Por nuestra comunidad, para que, abriéndonos al amor de Dios, aprendamos a mirar la realidad ocmo lo hace Jesús. Te pedimos.
* Por nosotros los jóvenes, para que respondamos con amor y generosidad ante las necesidades de nuestros hermanos. Te pedimos.
viernes, 14 de noviembre de 2008
La convocatoria del Señor
En este domingo, Jesús nos invita a descubrir los dones recibidos del Padre y a invertirlos en la construcción de una sociedad que ayude al hombre a sentirse plenamente hijo de Dios.
Su propuesta es simple: tenemos que animarnos a invertir todo lo que tenemos, sin importarnos si es mucho o poco, para producir frutos en bien de los demás.
Su propuesta es simple: tenemos que animarnos a invertir todo lo que tenemos, sin importarnos si es mucho o poco, para producir frutos en bien de los demás.
Primera Lectura: Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31
* El libro de los proverbios nos dice que en cada acto cotidiano, si está hecho con amor, podemos descubrir a Dios.
Lectura del libro de los Proverbios.
Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.
Palabra de Dios.
Lectura del libro de los Proverbios.
Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.
Palabra de Dios.
Salmo: Sal 127, 1-5
R. ¡Feliz quien ama al Señor!
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
Segunda Lectura: 1Tes 5, 1-6
* San Pablo nos dice que, como hijos del día, tenemos que iluminar a todos los hombres con nuestra esperanza.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.
Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.
Palabra de Dios.
Evangelio: Mt 25, 14-30
* A través de la parábola de los talentos, Jesús nos invita ser felices, animándonos a entregar "lo poco", para poder disfrutar después "de lo mucho".
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes".
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes".
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A cada intención respondemos: Señor, ayudanos a compartir lo que recibimos de Vos
* Por el Santo Padre, para que con su ejemplo, nos enseñe a descubrir todos los talentos que recibimos por tu Amor. Te pedimos.
* Por nuestra Patria para que, compartiendo nuestros dones trabajemos por el bien común . Te pedimos.
* Para que ofreciendo nuestros talentos, recibamos el don de servirte con alegría. Te pedimos.
* Por nosotros los jóvenes, para que animándonos a poner en juego nuestras oportunidades, nuestra vida y nuestro estudio, nos entreguemos a tu proyecto de vida. Te pedimos.
* Por el Santo Padre, para que con su ejemplo, nos enseñe a descubrir todos los talentos que recibimos por tu Amor. Te pedimos.
* Por nuestra Patria para que, compartiendo nuestros dones trabajemos por el bien común . Te pedimos.
* Para que ofreciendo nuestros talentos, recibamos el don de servirte con alegría. Te pedimos.
* Por nosotros los jóvenes, para que animándonos a poner en juego nuestras oportunidades, nuestra vida y nuestro estudio, nos entreguemos a tu proyecto de vida. Te pedimos.
sábado, 1 de noviembre de 2008
La convocatoria del Señor:
Queridos amigos.
Después de haber honrado ayer a “todos los santos”, hoy conmemoramos a “todos los fieles” que ya partieron a la Casa del Padre.
No rezamos por los muertos: rezamos por los que viven junto a Dios.
Celebramos así, la “fiesta de la esperanza cristiana”, que se fundamenta en la palabra de Jesús: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.
Hoy la Liturgia nos invita a celebrar la vida, no la muerte porque celebramos el destino de eternidad al que nos invita el amor de Dios todos los días.
Después de haber honrado ayer a “todos los santos”, hoy conmemoramos a “todos los fieles” que ya partieron a la Casa del Padre.
No rezamos por los muertos: rezamos por los que viven junto a Dios.
Celebramos así, la “fiesta de la esperanza cristiana”, que se fundamenta en la palabra de Jesús: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.
Hoy la Liturgia nos invita a celebrar la vida, no la muerte porque celebramos el destino de eternidad al que nos invita el amor de Dios todos los días.
Primera Lectura: Apoc 21, 1-5. 6-7
* La primera lectura nos recuerda que Dios nos tiene preparado un lugar junto a Él.
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: "Ésta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos; ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será con ellos su propio Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó". Y el que estaba sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la Vida. El vencedor heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo".
Palabra de Dios.
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: "Ésta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos; ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será con ellos su propio Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó". Y el que estaba sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la Vida. El vencedor heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo".
Palabra de Dios.
Salmo: Sal 26, 1. 4. 7-9. 13-14
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
O bien: Contemplaré la bondad del Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su templo. R.
¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz; apiádate de mí y respóndeme! Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.
O bien: Contemplaré la bondad del Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su templo. R.
¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz; apiádate de mí y respóndeme! Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.
Segunda Lectura: 1Cor 15, 20-23
* San Pablo nos recuerda que debemos vivir en Cristo para llegar, en la Eternidad, a vivir con Él.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
Palabra de Dios.
Evangelio: Lc 24, 1-8
* Hoy el Evangelio nos invita a cuestionarnos por qué, a veces, buscamos entre los muertos al que está vivo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: 'Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día'". Y las mujeres recordaron sus palabras.
Palabra del Señor.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: 'Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día'". Y las mujeres recordaron sus palabras.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles:
A cada intención respondemos: Señor, ilumínanos.
* Por la Iglesia, para que sea testigo fiel del Amor de Dios y nos muestre el camino hacia la vida eterna. Te pedimos.
* Por nuestra sociedad, para que día a día construyamos una Nación comprometida con el bien común. Te pedimos.
* Por los que con sencillez y generosidad, pasaron por este mundo haciendo el bien. Te pedimos.
* Por todos nuestros familiares, parientes y amigos que ya están con el Padre en su Reino a los que recordamos hoy. Te pedimos.
* Por nosotros, los jóvenes, para que nos comprometamos en seguir tu camino con generosidad. Te pedimos.
* Por la Iglesia, para que sea testigo fiel del Amor de Dios y nos muestre el camino hacia la vida eterna. Te pedimos.
* Por nuestra sociedad, para que día a día construyamos una Nación comprometida con el bien común. Te pedimos.
* Por los que con sencillez y generosidad, pasaron por este mundo haciendo el bien. Te pedimos.
* Por todos nuestros familiares, parientes y amigos que ya están con el Padre en su Reino a los que recordamos hoy. Te pedimos.
* Por nosotros, los jóvenes, para que nos comprometamos en seguir tu camino con generosidad. Te pedimos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)