En este domingo la Liturgia nos invita a ver el diálogo de Dios y el hombre: El hombre por la fe, se acerca a Dios que lo llama, por medio de su amor. Y Dios, conmovido por la fe del hombre es fiel a su Palabra.
El Señor, hecho hombre en todo igual a nosotros es sometido a la Ley de Moisés. María, siendo virgen antes, durante y después del parto, también se somete al rito de purificación.
¡Que dos grandes ejemplos de humildad para imitar!
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