miércoles, 25 de febrero de 2009

Salmo: Sal 50, 3-6. 12-14. 17

R. ¡Ten piedad, Señor, porque hemos pecado!

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! R.

Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. R.

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga.Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. R.

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